lunes, 19 de abril de 2021

 

CONTRA TODO Y CONTRA TODOS

Apenas anunciamos la aparición de nuestro periódico nacionalista, un liberal ‘políticamente correcto’ nos echó encima una lluvia tan tupida de consejos que nos empaparon, y nos dejaron ateridos. Nos dijo: -así  enfrascados en esas verdades que profesan no van a llegar a nada. Ustedes deben evadirse del encierro, no son poseedores de la verdad. Una verdad única no existe. Cada cual tiene la suya propia. No deben estar contra todo y contra todos.

 Proclamen la democracia –continuó-, donde dejamos decir todas las opiniones, aunque dichas por cualquier pelmazo. Hay que dejar hablar y opinar, para que la gente esté contenta; luego nosotros los liberales hacemos lo que se nos ocurre. Tienen que abrirse, ser condescendientes, tolerantes y “vivos”, porque el fin de la política ya no es más la instauración de la Soberanía y la búsqueda del Bien común, que estaba basada en esos anacronismos llamados:  la realidad de los seres y la verdad del hombre y de Dios; sino simplemente consiste en sumar votos. La cantidad de votos determina la verdad política; aunque sean de los pelmazos.

Hasta aquí las admoniciones de nuestro consejero enseñándonos la moral de situación aplicada políticamente.

Pero la realidad es muy otra. La verdad religiosa y la verdad política existen, y son tan consistentes que si se las repudia todo se viene abajo. Para descubrirlas hay solamente que acatar la Revelación y la ley natural. Actuar de acuerdo a las realidades existentes. Claro está que nunca las encontrarán los buscavotos que jamás abrieron un libro para enterarse de que trata eso de moral y de política.

Nosotros estamos contra todas las ideologías liberales y marxistas; contra todos los fantasiosos que sustentan esas utopías dañinas que nunca se concretarán.  Pues todas ellas nos conducen como un rebaño de bestias hacia el mundo globalizado, nivelándonos al mínimo nivel humano.  Todas ellas encarnadas en el Régimen unitario/liberal, entreguista, cipayo, corruptor, mentiroso, mantenido y dirigido por el imperialismo.

Lo curioso es que, a su vez, ellos se enfrascan en esas mentiras utópicas, en los fraudes, en las artimañas propias del oficio de políticos ‘vivos’, como si fuesen las únicas verdades legales y apropiadas para gobernar.

 Atacan la política verdadera, e infaman a todos los que se les oponen decretándoles la muerte cívica. A los nacionalistas nos atacan con furia tremenda, para gobernar sin oposición. Pero si los nacionalistas fuésemos multitud nos lamerían las botas.

 En definitiva, estimados compatriotas, los nacionalistas no somos ni más ni menos respetuosos, complacientes y tolerantes que ellos. Pero ¡ojo! Nacionalismo y liberalismo no pueden convivir. Nosotros exponemos la verdadera realidad política, ellos ‘hacen’ politiquería con la más miserable demagogia.  Con el Nacionalismo vive la Patria; con el liberalismo, tal cual ocurre ante nuestros ojos, la Patria agoniza.+

 

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