viernes, 29 de junio de 2018


FRUTOS DEL CONCILIO VATICANO II
PREDICCIONES DE SU EXCELENCIA MONSEÑOR LUIGI MARÍA CARLI, OBISPO DE SEGNI, ESCRITAS EN 1969.

Publicadas en SISINONO, diciembre 2009, y extraídas del libro de Monseñor Carli: “Nova et vetera”.



Estoy convencido de que la Iglesia católica está atravesando una crisis gravísima sobre cuyo desenlace (…) no oso aventurar pronóstico alguno. La crisis actual es mucho más grave que la modernista (…) quizá más grave aún que la protestante (…). Mi fe y mi esperanza no me autorizan a descartar a priori la hipótesis de que la Iglesia (…) pueda conocer, en la época actual, días de grandes tribulaciones, apostasías vastas y clamorosas, extravíos de pastores (…). No me pregunto (…) si la Iglesia tendrá un mañana, sino cuál será el mañana de la Iglesia después del paso del actual ciclón (…). El Papa Juan XXIII (…) dijo: “Creo que debo disentir de estos profetas de desgracias” (…)  sin que nunca jamás pudiera imaginarse el vendaval que se desencadenó, al día siguiente mismo de la clausura del Concilio, en el propio seno de la Iglesia: un vendaval de doctrinas heréticas y de hechos aberrantes (…). La crisis actual es gravísima ni más ni menos que porque existe en su inicio una crisis de fe (…). Tal cataclismo, evidentemente, no puede provenir de Dios. Un Concilio no puede ser, por sí mismo, más que una siembra de bienes. Entonces no hay otra respuesta plausible, a la pregunta azorada: “¿De dónde viene, pues, que haya cizaña?, que la que se brinda en la parábola del reino: “Eso es obra de un enemigo (…); el enemigo que la siembra es el diablo” (…). Su característica (…) estriba, a mi juicio, en el hecho de que la crisis estalló después de un concilio, o mejor dicho, en nombre de un concilio. +

Monseñor Luigi María Carli.

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