FRUTOS DEL CONCILIO VATICANO
II
PREDICCIONES DE SU EXCELENCIA MONSEÑOR LUIGI MARÍA CARLI,
OBISPO DE SEGNI, ESCRITAS EN 1969.
Publicadas en
SISINONO, diciembre 2009, y extraídas del libro de Monseñor Carli: “Nova et
vetera”.
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Estoy convencido de que la Iglesia católica está
atravesando una crisis gravísima sobre cuyo desenlace (…) no oso aventurar
pronóstico alguno. La crisis actual es mucho más grave que la modernista (…)
quizá más grave aún que la protestante (…). Mi fe y mi esperanza no me
autorizan a descartar a priori la hipótesis de que la Iglesia (…) pueda
conocer, en la época actual, días de grandes tribulaciones, apostasías vastas y
clamorosas, extravíos de pastores (…). No me pregunto (…) si la Iglesia tendrá
un mañana, sino cuál será el mañana de la Iglesia después del paso del actual
ciclón (…). El Papa Juan XXIII (…) dijo: “Creo
que debo disentir de estos profetas de desgracias” (…) sin que nunca jamás pudiera imaginarse el
vendaval que se desencadenó, al día siguiente mismo de la clausura del
Concilio, en el propio seno de la Iglesia: un vendaval de doctrinas heréticas y
de hechos aberrantes (…). La crisis actual es gravísima ni más ni menos que porque
existe en su inicio una crisis de fe (…). Tal cataclismo, evidentemente, no
puede provenir de Dios. Un Concilio no puede ser, por sí mismo, más que una siembra
de bienes. Entonces no hay otra respuesta plausible, a la pregunta azorada: “¿De
dónde viene, pues, que haya cizaña?, que la que se brinda en la parábola del
reino: “Eso es obra de un enemigo (…); el enemigo que la siembra es el diablo”
(…). Su característica (…) estriba, a mi juicio, en el hecho de que la crisis
estalló después de un concilio, o mejor dicho, en nombre de un concilio. +
Monseñor Luigi María Carli.
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