jueves, 26 de septiembre de 2024

 

 

EMPUÑAMOS LA CRUZ Y LA ESPADA. ¡COLUMNAS FUNDAMENTALES DE LA PATRIA! ¿ O  SEGUIMOS “CHUPANDO” CIRIOS ?

 

¿Hacía falta en España la tragedia de una guerra, atroz y sangrienta, para acabar con la abulia y la ignorancia de muchos fieles católicos, arrastrados a una mala muerte política de la mano de Gil Robles?

 

Abandonados a su suerte por la cobardía de la Jerarquía que continuaba esperanzada en la democracia cristiana. ¡ Con unos cuantos votos de más, aseguraban, iban a apaciguar y batir la furia salvaje de los rojos !         Éstos luchaban con odio contra la Iglesia. ¡ Los Obispos y Gil Robles se defendían con la panacea liberal !, contemporizando con los rojos , en espera de ganar unas elecciones “católicas”.

 

AL fin José Antonio hizo batir alas de esperanza en la reconquista española, que se debería lograr, con la ayuda divina, enfrentando virilmente a los bolcheviques. Y civiles y sacerdotes tomaron su puesto en defensa de Dios y de España. Fueron martirizados y muchos asesinados en las checas. Pero vencieron . ¡ España debía subsistir !

 

Actualmente muchos argentinos católicos están sumidos en el egoísmo individualista liberal, ajenos por completo al amor al prójimo, semejante a esa antigua situación española. No piensan siquiera que nosotros también estamos en una guerra, aunque incruenta, que nos declararon los anglo/judíos.  Ni siquiera se enteraron, aunque ya se manifiesta claramente con la opresión a los más necesitados.  Se trata de una guerra destructiva, aniquiladora de Dios la Patria y la Familia. Ningún argentino puede mantenerse ajeno y desinteresado ante la desaparición de la Patria.…          ¡ es gravísima traición en tiempos que se abaten contra nosotros fuerzas imperialistas balcanizadoras. !

 

¿ Será necesario que en Argentina, -- como fue en España--, los nuevos rojos “democráticos” instalen checas, tiren a la barriga y violen monjas, para que se levanten de sus poltronas no sólo los señores obispos, sino   también los generales y sindicalistas?

 

L a resistencia debe  ser según la virtud de la prudencia,  no significa ni falta de arrojo ni de heroísmo, sino evitar osar aventuras suicidas, que fracasan inevitablemente. Para que el  Pueblo resista pacífica y astutamente al gobierno criminal de Milei  y de su alcoholizada correligionaria , aliados al imperialismo, acuciando, obstaculizando, repudiando, soportando agravios, hasta paralizarlo; o que las Fuerzas de seguridad se avergüencen de agredir a su mismo pueblo , civiles indefensos, en favor de los extranjeros.

 

Quizá, sin llegar a ese vergonzoso despego de los que pudiendo encabezar la defensa de la Patria, continúan durmiendo, despierten al rugir de la algazara popular;  y que el impulso de la indignación popular pueda presionar la aparición del Caudillo que necesitamos para acabar totalmente con  el liberalismo.  ¡ Dios quiera que el pueblo argentino  asuma nuevamente, como en otras ocasiones gloriosas, su heroísmo patriótico, bajo el mando de sus líderes naturales !

 

Porque no debemos continuar viviendo miserablemente como servidores de la tríada maldita. Pero ¡ Qué dilema ! Si resistimos al enemigo , éste podría desencadenar una invasión bélica infernal contra nuestra Patria, --como las que efectuaron contra Japón, Irán y Palestina, entre otras…          ¡ Porque carecen de reparos morales y humanitarios ! La que sería imposible detener por carecer de recursos militares indispensables.

 

¡ Ojalá Dios inspire a los que aún tienen algún poder soberano de

decisión la manera de resistir; sea como Gandhi, como Franco, como Perón ! ¡Pacífica o revolucionariamente! ¡No estamos en condiciones de elegir! ¡El Nacionalismo pretende primera y fundamentalmente la recuperación plena y absoluta de la Soberanía nacional, encabezada por el sacerdocio, los militares y los sindicatos! ¡E impulsada por la indignación patriótica popular!¡Y la desaparición plena y absoluta del Régimen demo/liberal!

 

Despertando conciencias disertó esta hermosa Alocución

José María Pemán

De la que extraje algunos pàrrafos. Pronunciada ante el micrófono de Radio Jerez, en abril de 1937; y  publicada en el libro: “Arengas y Crónicas de Guerra” (ed. Cerón ; Cádiz,1937, cuando empezaba a alborear la liberación).

 

[…] España pelea una vez más las batallas de Dios. Hermanos son en esta hora ; el toque de corneta que llama a la batalla y el repique de campanas que llaman a la misa . Hermanos son los cuarteles y las Iglesias amunicionamiento material y espiritual de la campaña . Hermanos el sermón y la arenga ; la cruz y la espada. Hermanos, en fin, el humo del incienso y el humo del cañón, que suben hasta las plantas de Dios con una misma voluntad vertical de afirmar una fe y sobre ella salvar un mundo y restaurar una civilización.

 

Un par de siglos de fe débil y muerta , de mutilaciones , escisiones y separatismos, entre la Iglesia  y el Estado , entre la religión y la vida , habían llegado a hacer creer , incluso a muchos católicos , que la religión era una cosa interna , un repertorio de actitudes privadas para la conciencia, el hogar o la capilla , totalmente ajenas a la vida civil y colectiva de la calle y la plaza.

 

 Pero ahora, de pronto, con una brutal explosión de luminosidad y de evidencia, nos hemos encontrado otra vez con la religión en  medio de la calle, de las veredas y de los campos. El Evangelio no era una meditación privada para leerla en la semi oscuridad de un Templo : el Evangelio era todo el programa y toda la carta constitucional de una forma de civilización y de vida ; que, por su olvido, había llegado a la orilla de la muerte y que ahora en su restauración se tiene que salvar. Otra vez la calle y el templo vuelven  ser solidarios como el brazo y el corazón en una comunidad de vida y movimiento. Otra vez los ministros del Señor tienen el rostro tostado de sol y de viento ; y las losas de las Iglesias, dormidas ayer, no más, bajo un beato y suave arrastrar de enaguas femeninas, saben del recio  y acompasado marchar de los ejércitos…”+

 

¡EL que quiera entender que entienda!

IGLESIA, EJÉRCITO Y PUEBLO ¡POR DIOS Y POR LA PATRIA!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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