sábado, 6 de marzo de 2021

 

SÓLO HACE FALTA:

¡ UN CAUDILLO !

Si apareciera un Caudillo, por una de esos milagros inesperados, se lanzarían sobre él, con intenciones homicida, emergiendo desde las tinieblas de las logias omnipotentes, todas las bestias carroñeras, para infamarlo y degradarlo hasta el asesinato.

Don Juan Manuel de Rosas, paradigma de los Caudillos argentinos, por amor a la Patria, sacrificó su vida, su honor, su familia, su patrimonio, ante el embate expoliador y miserable de los liberales luego de 1853. Entregó todo lo suyo porque intuyó que era el único, el insustituible, el deseado para salvar a la Patria en uno de sus momentos más funestos.                                                                                                                                                                                                                                                                         Y se transformó en un poderoso Héroe mítico, donde los argentinos se miraban y mirarán por siempre, mientras exista la Patria, para seguir su ejemplo. Arrastró al pueblo entusiasmado y dignificado a librar luchas heroicas por Dios y la Patria, causando la admiración de americanos y europeos.

Cuando todo se derrumbaba, ante la traición de los unitarios, la conspiración de los lomos negros, los malones de la indiada, y el ataque imperialista, tomó el Poder y se erigió en el Restaurador.  elaborando su política en orden al Bien Común y a la Soberanía patria, desde las entrañas fundacionales, populares y tradicionales. Y por veinte años Argentina fue una soberana.

El Caudillo es un verdadero Señor, rodeado de una aristocracia de Señores, los mejores por mérito y patriotismo--, que no asciende  por acomodo ni soborno ni por sufragio amañado-; y de un pueblo enfervorizado, siguiendo al Caudillo, en una auténtica expresión democrática, única manera que el pueblo jerarquizado logre vigencia política. Así fue Rosas.

Por el contrario, un presidente, liberal y ‘democrático’ se lo imponen al pueblo desde las tinieblas de las logias. Es un ente burocrático, irresponsable y repudiado, que usurpa ladinamente las facultades extraordinarias en nombre del pueblo, a quien explota, degrada y abandona en la ruina; luego de llenar su bolsa y la de todos sus compinches. Sabe que, mientras mantenga a la Nación como factoría del imperialismo, su corrupción será impune, para ser luego nombrado en los manuales de Historia como un ilustre prócer nacional. Así se fabrican falsos próceres.

De nuestro Restaurador expresó un brasilero, el señor Pedro Calmon, en “El Vizconde de Abrantes y Rosas”, publicado en Río de Janeiro, 1937, una visión encomiable, mítica,  distinta, pero veraz, respecto a su actuación ante la intervención prepotente de los imperialistas:

“Francia y Gran Bretaña consumían en balde en el estuario del Plata el combustible de sus fragatas mientras intentaban engañarse mutuamente e intimidar al hombre de Palermo, que se burlaba de ambas.

El fracaso de la presión internacional contra Buenos Aires aumentó el prestigio y adornó de leyenda y popularidad el rostro sombrío de don Juan Manuel de Rosas.

 Por el error extranjero se convirtió en el mayor “criollo’ americano. Para él toda la América del Sud volvería su mirada conmovida cuando se anunció la inaudita y desesperada iniciativa española de ataque a las antiguas colonias para instalar aquí príncipes de la casa de Borbón. Si necesitaran una espada para combatir al intruso lo convocarían a él, el caballero de la pampa. La estatura titánica del dictador proyectaba una sombra extensa en el continente: tras los navíos de bloqueo tremolaba en el aire su poncho punzó. Crecía en el peligro. Desafiaba a las potestades del mundo”.+

 

¡Que Dios lo tenga en su Gloria!

 

 

 

  

1 comentario:

  1. EL CAUDILLO DE ESTA ÉPOCA ERA COSME BECCAR VARELA... LÁSTIMA EL AÑO PASADO SE NOS FUE. NO LO SUPIERON VALORAR.

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