lunes, 18 de julio de 2016

(extraído de la revista “La Hostería Volante” , mayo 1963)
LA ESTRATEGIA DE LENÍN Y LA TÁCTICA  DE TROTSKY EN LA REVOLUCIÓN BOLCHEVIQUE.

Estudiando bien el pensamiento de Lenin sobre la estrategia revolucionaria, especialmente en sus cartas dirigidas al Comité Central  del Partido Bolchevique en el mes de octubre de 1917, no podemos independizarlas de la situación de Rusia en ese momento histórico. Pero el asalto al poder fue obra de Trotsky.
Haciendo un análisis de la táctica insurreccional trotskysta de puede llegar a la conclusión de que la revolución pudo muy bien haber prescindido de  Lenin; igual hubiera triunfado. Por eso, es más fácil defenderse  de la estrategia revolucionaria de Lenín; el enemigo peligroso fue y sigue siendo el que utiliza la táctica de Trotsky.
Lenin concebía la estrategia revolucionaria  como una filosofía habiendo anotado y observado  extensamente la obra de Clausewitz “De la Guerra”; Trotsky en cambio asimiló en su espíritu semita, las enseñanzas milenarias de los sabios de  su raza para la conquista del mundo.

* Lenin: “Sería inocente  que esperásemos a tener la mayoría formal”. Se refiere al 2º Congreso de los Soviets.
* Trotsky: “No es necesario que tengamos allí la mayoría; no es esa mayoría la que tendrá  que apoderarse  del poder.

* Lenin.: ”La insurrección debe apoyarse, no en una conspiración, no en un partido, sino en la clase avanzada. Este es el primer punto. La insurrección debe apoyarse en el empuje revolucionario del pueblo entero. Este es el segundo punto. La insurrección debe estallar  en el apogeo de la revolución ascendente. Esta es el tercer punto.
* Trotsky.: “Muy bien; pero ante todo hay que ocupar la ciudad, apoderarse de los puntos estratégicos, derribar el gobierno.  Es necesario para eso organizar la insurrección, formar e instruir una tropa de asalto. Poca gente; las masas no nos sirven de nada; una pequeña tropa nos basta. El pueblo entero es demasiado para la insurrección. Se necesita una pequeña tropa fría y violenta, instruida en la táctica insurreccional”.

* Lenin.:”Debemos lanzar toda nuestra fracción  en las fábricas y en los cuarteles. Allí es donde está su sitio; ahí está el nudo vital, la salvación de la revolución. Ahí es donde, por medio de discursos fogosos, ardientes, debemos explicar y desarrollar nuestro programa planteando así la cuestión: ¡la aceptación completa de este programa o la insurrección!”.
“ Para practicar la insurrección como marxistas, es decir, como si fuera un arte, debemos al mismo tiempo, y sin perder un minuto, organizar el Estado Mayor de las tropas insurreccionales, repartir nuestras fuerzas, lanzar los regimientos adictos sobre los puntos más importantes”.
“ Ofensiva simultánea, tan repentina y tan rápida como sea posible, sobre Petrogrado, desde afuera y desde dentro, desde los barrios obreros y desde Finlandia, desde Reval y desde Cronstadt; ofensiva de toda la flota, concentración de fuerzas  que superen en mucho los 20.000 hombres (alumnos oficiales y cosacos) de que dispone el Gobierno. Combinar nuestras tres fuerzas principales; la flota, los obreros y las unidades militares, para ocupar en primer lugar y conservar a todo precio el teléfono, el telégrafo, las estaciones, los puentes. Seleccionar los elementos  más decididos de nuestros grupos de ataque, de los obreros y de la marinería, y formar con ellos destacamentos encargados de ocupar todos los puntos importantes  y de tomar parte en todas la operaciones decisivas. Constituir, además, equipos de obreros armados de fusiles y granadas que avanzarán sobre las posiciones enemigas, escuelas de alumnos oficiales, centrales telefónicas y telegráficas, y las cercarán. El triunfo de la revolución rusa, y al mismo tiempo, de la revolución mundial, depende de dos o tres días de lucha”.
* Trostsky: “Muy bien, pero cuando las masas hayan aceptado nuestro programa, no por eso habrá de dejar de organizar la insurrección. De las fábricas y de los cuarteles será preciso sacar elementos seguros y dispuestos a todo. Lo que necesitamos no es la masa de los obreros, de los desertores y fugitivos: es una tropa de choque”.
“ Todo eso es exacto; pero resulta demasiado complicado. Es un plan demasiado vasto, es una estrategia que alarma, demasiado territorio y demasiadas gentes. No es ya una insurrección, es una guerra. Para ocupar Petrogrado no hay necesidad alguna de tomar el tren en Finlandia. Cuando se parte de demasiado lejos , se detiene uno a veces a mutad de camino. Desatar una ofensiva de 20.000 hombres  desde Reval o desde Cronstadt para apoderarse del teatro Alejandra, es un poco más de lo necesario, es más que un golpe de mano.  El propio Marx sería vencido en el terreno de la estrategia por Korniloff. Hay que atenerse a la táctica, operar con poca gente en un terreno limitado, concentrar sus esfuerzos sobre los objetivos  principales, dar directa y duramente. No creo que eso sea tan complicado. Las cosas peligrosas son siempre extraordinariamente sencillas. Para triunfar no hay que desconfiar de las circunstancias desfavorables ni fiarse de las que son favorables.  Hay que herir en el vientre: eso no hace ruido. La estrategia de usted requiere demasiadas circunstancias favorables: la insurrección no necesita nada. Se basta a sí sola”.

(Los textos han sido tomados de C. Malaparte, “Técnica del golpe de Estado”, Ed. Americana, Bs. As. 1958. Han sido ordenadas y confrontadas por nuestro colaborador Tito Livio).