miércoles, 18 de febrero de 2015

Huroneando
+el hurón es un animalito travieso,  más o menos doméstico, que seguramente trata de disimular su salvajismo congénito para convivir pacíficamente  con los humanos, cumpliendo una indispensable faena sanitaria, eliminando roña, basura, corrupción. Mete el hocico en todas las rendijas para cazar ratas, su alimento preferido; también gustan de las gallinas, pero a estas no es necesario que se las coma, pues para eliminarlas es suficiente Boca. Ahora bien, al oír exclamar a alguien: ¡a los políticos les gusta el queso, como a las ratas! Se me ocurrió un plan para limpiar nuestros  ‘establos de Augías’, pues creo muy improbable que aparezca un Hércules argentino, de tan flojos como  andamos. Largamos unas decenas de hurones en el Congreso, la casa Rosada, Consejo ‘deliberante’, cubriendo todo el país; y en todos los rincones donde pulula la carroña política, para que devoren hasta ponerse  pìpones a gusto.  Alguno me reclamará que es  una crueldad   mandar a los hurones  al suicidio incitándolas a devorar ratas ‘humanas’ pues son muy indigestas; ¡pero morirían dignamente limpiando la Patria! Yo no veo otra salida,  ningún argentino, más o menos  humano,  tiene agallas para ‘huronizarse’, ¡emulando a Hércules!
 
+Pero creo, lamentablemente, que  ni Hércules  podría ordena este nuestro pobre país. La mediocridad, la carencia de ideales, la corrupción ya se hizo carne. Nuestros compatriotas homínidos viven a gusto el protestantismo y la ‘americanización’. ¿De donde me brotó tanta amargura? Me explico: hasta hace unos añitos nomás, a los niños las mamás piadosas ponían a sus changuitos bajo la protección de algún santo de su devoción y rezaban juntitos la dulce y anhelante oración:  ‘Ángel de la Guarda, dulce compañía…’ Hoy día, y desde la década del ’60,  somos semejantes a una fruta que tanto maduró, que ya se la  están comiendo los gusanos dejándola vacía y repugnante. Si, nosotros también, los  homínidos, nos pasamos de ‘maduros’, hasta  el punto de la pudrición mental; y entonces abandonamos esas supersticiones que hablaban de seres espirituales benéficos o maléficos.
Tanto hemos caído que involucionamos a la feliz época de nuestro hermano ‘separado’, el pitecántropo, que apenas  amaneciendo salía de su dulce y hogareña cuevita y adoraba al sol, a las nubes o a la luna; y con esos nombres  de la naturaleza que lo rodeaba llamaba a sus hijitos.   Así las mamas que han madurado excesivamente mirando televisión ponen a sus hijos bajo el patrocinio de las fuerzas telúricas, o del Antiguo Testamento sin son sectarias, o nombres ‘americanizados’ o indigenistas, si son imbéciles. Por ejemplo encontré en una publicidad los siguientes nombres de pobres inocentes: Brisa; Rocío; Nube; Aixa Jazmín; Blanca; Yuriana; Morena; Lihué; Encito Emmanuel; Azul; Atahualpa; etc. Pero como a ninguna mamita ‘vatidos’ se le ocurre rezar ni  siquiera a las fuerzas de la naturaleza, como  el señor pitecántropo, ni menos aun a los santos, como los cristianos;  aceptan y siguen la moda impuesta por la TVBasura, que consiste en olvidar a la naturaleza y a los santos, pues a los judeo-calvinistas les molestan. Maniobra paralela a la ‘fiesta’ de Hallowen. Un padre tuvo la ocurrencia de llamar a su hijito nada más y nada menos que Matías; si, como lo está leyendo. Pienso que habría que multarlo por oscurantista.

+Por fin he descubierto la solución a la crisis económica que castiga al país, y que los economistas son incapaces de solucionar. Casualmente apareció en un canal de TVBasura la foto de un hotel espectacular, despampanante, propiedad de la Sra. Fernández de K., quien, según tengo entendido continúa en su empleo burocrático de presidenta de los argentinos; ubicado en un lugar  ignoto de la Patagonia –territorio austral que por ahora parecería continúa siendo  argentino-. No se trata  de unas sencillas piecitas o  de un modesto alojamiento de esos que construyen algunos previsores para aumentar la jubilación, erigidas ladrillo a ladrillo, rascando el bolsillo, privándose de esto y de aquello. No señores, presencié ante mis ojos asombrados un hotelazo millonario, para disfrute de los turistas del 1º mundo. Comentándolo con un amigo, me dijo que eso no era todo, sino sólo la punta del témpano que emergía a la vista; y lo que está por debajo pocos lo saben.  Porque la Sra. Fernández también posee un lujoso departamento en Nueva York, y ostenta lujosísimas y carísimas chucherías; y sólo Dios conocerá el resto de sus bienes. Ella necesita  lucir su dignidad de 1º dama de un país opulento.
Mis ojos pasaron del asombro al pavor ¿Existirá algo no muy católico en el origen de su fortuna? Pero recordé el famoso consejo del Papa ‘bueno’:  no veas nada reprobable, nada de regañar, si crees ver algo sucio es sólo tu imaginación que te engaña. Y los abrazos y besuqueos que le prodiga el  otro ‘bueno’, el Francisco de Roma, me convencieron. Por supuesto, entonces, este dineral comenzó a levantase cuando el probo de su marido  erigió, ladrillo a ladrillo una fortuna colosal, que ella la disfruta actualmente.
Pero me quedó la duda ¿Y si metieron las manos en la bolsa de todos los argentinos? Imposible, no lo puedo creer, Santo Padre, pues trato de ser un  obediente y sumiso papólatra del Vatidos. Peor ¡que difícil es!  Seguramente él y ella, como dos amantes esposos, sin contar los amantes respectivos, ahorraron de cada uno de sus suelditos, mes a mes, sacrificándose, ladrillo a ladrillo,  acumulando esa colosal fortuna.  
Si esto lograron de esta manera,  la Sra. Fernández es un mago de las finanzas. Los ‘buitres’ temen y tiemblan ante su competencia. ¡La miseria creciente, la desocupación, la violencia, la moralidad en manos de los putos, la corrupción generalizada en todos los niveles sociales son sólo pamplinas!   Y también la corrupta mesnada que la imita enriqueciéndose, ¡Levantará a la Argentina al lugar más destacado del mundo!

+No es suficiente el ejemplo  y la decisión de Jesús de no ordenar mujeres al sacerdocio, comentó días pasados un obispo del 1º mundo ¿Será que el pobre sueña conque le ordenen alguna ‘favorita’? ¡Será para que el señor Obispo y la señora Obispa puedan disfrutar sus vacaciones en las playas caribeñas! ¡Cómo el que te dije!  Entonces  no es suficiente y carecen de valor 2000 años de Tradición y de Magisterio constante y terminante. Para este incrédulo  lo decisivo es aceptar y adaptarse a la novísima ideología ‘feminista’, gestada en el mundo protestante; que lo obliga a desechar  el Magisterio, la Tradición y el deseo de Jesús. Que el acepta ensoberbecido porque, creyéndose predestinado para inventar  novedades,  su opinión está por encima de todo, como les sucede a los  curas de la ‘liberación’, que no son más que ‘nenes de papá’ revoltosos; pero que le hacen el juego al marxismo, en busca de la ansiada popularidad. Al fin el 0bispo progresista se adaptó  al Mundo, que fomenta los ayuntamientos,  la igualdad irreal  de los sexos,etc. con las pavorosas consecuencias morales y sexuales  que están a la vista.

+¡Otra de la Sra. Fernández! Los más optimistas aduladores, de esos que se sientan beatíficamente en primera fila para escuchar sus profundas peroratas diarias, dicen que algo tiene en la cabeza ¡pero solo cosas buenas, aseguran! Los otros, los ‘desestabilizadores’ dicen que algo  le molesta en la cabeza, y no hablan de su exquisita cabellera, más bien  se trata de   un problema médico ¿Bipolaridad o algo semejante?  Poca importancia tiene sea cual sea su enfermedad, si es que la tiene,  porque no   mejorará  ni su futuro político ni el del país; porque los que viene tras ella,  la ‘oposición’, tienen también ellos la cabeza llena de lo mismo o vacía del todo. Pero lo que si importa y es trascendente, es que nuestra elegante y frívola primera dama sufre desde hace decenas de años  un problema cerebral mucho peor que el que puedan diagnosticar los médicos. Ya que  desde su lejana juventud la diva  lujosa y millonaria es montonera,  o sea una idealista defensora del proletariado; pues sabido es que los montoneros  a fuer de marxistas, dicen que luego de eliminar por hambre o por balas a la mitad de los argentinos lograrán la paz, la seguridad, el bienestar para  los sobrevivientes. Aunque donde plantan sus botas, como en Cuba o Venezuela, sucede al revés.
Pero hay un hecho irrebatible, porque lo sufre cualquier ama de casa, y contra hechos no valen argumentos,  KK está sumiendo al proletariado y a la clase media en una miseria moral y económica irredimible. ¿Ella traicionó entonces su marxismo? De ninguna manera, ella sigue siendo una auténtica montonera marxista, enriquecida a costa de la pobreza de los argentinos y la entrega de la soberanía nacional, encabezando la creación de una nueva ‘clase’ adinerada sobre la miseria y la corrupción. Ella es nuestra marxista enriquecida, ella es de la estirpe histórica, salvando importancia,   de la Pasionaria, de Margarita Nelken, o de la millonaria  Clara Zetkin;  y su generosidad proletaria la lleva a cubrir de  dinero a las abuelas y madres y a todas las putas que van apareciendo para que la acompañen y aplaudan  su nefasto andar.
Los argumentos marxistas montoneros son sofismas demagógicos que los hechos, la realidad contradice; no buscan ayudar al pueblo sino que los repiten para disimular el enriquecimiento de sus cuentas bancarias. El marxismo montonero es la explotación del pueblo; es una enfermedad política ¿Quién la podrá curar?


+Otra vez ¡Hasta cuando! Con la constancia metódica de un reloj, al encender la TVB, en uno o en otro canal, comienza alguna   película de Hollywood mostrando una dama a la usanza de los años treinta; un forcito de la misma época; una triste calle  alemana; y no hace falta nada más para adivinar el argumento. ¡son los nazis!  Tampoco es necesario  que muestren ni a los brutales soldados alemanes  ni las banderas gamadas. El argumento es simple y repetitivo; son los nazis masacrando judíos ¡Otra vez! ¡Para que nadie se olvide te remachan el cerebro! ¡Para que los goim recuerden que los judíos son las perpetuas víctimas del fanatismo! ¡Para que los judíos no perdonen ni olviden; aunque  es cosa de ellos mantener el ‘ojo por ojo’, y los corazones llenos de odio! Estas películas de tan repetidas ya me hartan y me molestan. Es un ejemplo de la descarada propaganda política de Hollywood. Todo el mundo sabe que durante la guerra los judíos fueron buenos y los alemanes malos. ¡Categóricamente! ¡Tan buenos como lo son ahora con los árabes! ¿Porqué seguir, entonces, con tanta monotonía? ¿Qué se traen entre manos? A nadie le gusta que lo convenzan de algo prepotentemente ¿No temen que ese martilleo político cinematográfico revierta las intenciones de los productores?