domingo, 18 de julio de 2021

 

EL JUICIO UNIVERSAL Y LOS POLÍTICOS.

ARTÍCULO ESCRITO POR EL RECORDADO PADRE LUACES.

Es de fe que las almas de los que mueren reciben, según sus méritos, el premio o el castigo,  pero esto no puede acontecer sin un juicio previo, que se llama juicio particular. Esto ha sido definido por el Papa Benedicto y por el Concilio Florentino. Leemos en San Lucas: “Sucedió, pues, que murió el pobre (Lázaro) y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham, y murió también el rico y fue sepultado en el infierno” (16/22). “Y por cuanto los hombres les está establecido morir una vez, y después de esto, el juicio”. (Hebreos, 9-27).

Jesucristo en la Cruz le dijo al buen ladrón: “Hoy estarás conmigo en el Paraíso” (Lu. 23-43). El Juez será el mismo Jesucristo”. “ Aunque el Padre no juzga a nadie sino que ha entregado al Hijo todo el poder de juzgar” (Juan 5-22). El juicio particular carecerá de toda solemnidad y aparato judicial.

También es de fe, además de este juicio particular habrá otro juicio llamado universal. El Símbolo de los Apóstoles dice: ”De allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos”, y el Símbolo Atanasiano añade: “A cuya venida todos los hombres han de resucitar con sus cuerpos y han de dar cuenta de sus propios actos”. Dice Santo Tomás: “Todo hombre es cierta persona singular y además parte del género humano, por lo tanto le corresponde un doble juicio: uno singular, que se verifica después de la muerte, y otro juicio que le corresponde por cuanto es parte de todo el género humano”. Dice San Mateo (25-31): “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria y todos los ángeles con Él, se sentará sobre un trono de gloria y se reunirán en su presencia todas las gentes, y separará a unos de otros, como el pastor separa a las ovejas de los cabritos, y pondrá a las ovejas a la derecha y  los cabritos a su izquierda”. Puesto que todos hemos de compadecer ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que hubiere hecho por el cuerpo, bueno o malo” (2 Cor. 5-10).

Si todos, inmediatamente después de la muerte, hemos de ser juzgados por Jesucristo en el juicio particular, ¿porqué todos hemos de ser juzgados en el juicio universal? A esto responde así el Catecismo de San Pío X: “Hemos de ser juzgados en el juicio universal por varias razones: 1ª. para gloria de Dios; 2ª. para gloria de Jesucristo; 3ª. para gloria de los Santos; 4ª. para confusión de los malos; 5ª, finalmente, para que el cuerpo tenga con el alma su sentencia de premio o castigo”.

Ahora preguntamos: ¿cuál será en el juicio universal la confusión de los malos? A esto responde el Catecismo: “En el juicio universal será grandísima la confusión de los malos, mayormente la de aquellos que oprimieron a los justos o procuraron en vida ser estimados como hombres buenos y virtuosos, al ver descubiertos a todo el mundo los pecados que cometieron, aún los más secretos”.

¡Cuán grande será la confusión, no de los hombres privados, sino la de los hombres públicos que están constituidos en autoridad, al ver cómo defraudaron a sus súbditos que ingenuamente confiaban en ellos!

Entonces comprenderemos perfectamente porqué nuestros gobernantes anteriores endeudaron al país con una deuda tan enorme y en parte fraudulenta, y porqué nuestros gobernantes actuales quieren pagar toda esa deuda y aún la parte fraudulenta. “Cosas veredes, Sancho”.

 

Reverendo Padre Miguel Luaces, S. V. D.

QEPD

(Artículo publicado en el Boletín PATRIA, del Movimiento Nacionalista de Jujuy, en 1983).

  

1 comentario:

  1. Es asi; la psicopata de Cristina Kirchner se queja de la deuda que lr dejo Macri; pero ella no la audita ni investiga; siendo tan complice de aquel; por ende, son todos lacayos de la usura y del dinero deuda bancario, no lo olvidemos, deben ir todos al paredon

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