miércoles, 24 de febrero de 2021

 

DIPLOMACIA MARCHATRÁS.

Julio Irazusta nos recuerda una noción que siempre fue bandera del nacionalismo, absolutamente incomprendida y desechada por el Régimen unitario/liberal: sin SOBERANÍA política una Nación no sobrevive, ni puede tomar decisiones independientes, ni alcanzar la grandeza nacional, ni siquiera el Bien común. Sin SOBERANÍA una Nación muere vergonzosamente.

Escribió en “De la epopeya emancipadora a la pequeña argentina” en pg.259, unas breves palabras que resumen todo el accionar político entreguista del Régimen unitario/liberal: “Si hay una piedra de toque para juzgar la capacidad de gobierno propio, esta es la política exterior. De ella dependen el origen de los Estados, su desarrollo en el concierto internacional, sus posibilidades de engrandecimiento, su suerte definitiva”.

Soberanía significa, entonces, contar con gobernantes y diplomáticos competentes y patriotas, con vocación nacionalista, y el respaldo de bayonetas bien afiladas. Su personaje paradigmático fue un prócer cuya memoria fue fusilada por el periodismo al servicio del imperialismo, por la Historia falsificada, y la escuela cipaya: don FELIPE ARANA.

Podemos asegurar que la diplomacia del régimen liberal es en tal medida filoinglesa, que permanentemente beneficia los intereses de Gran Bretaña contra los de nuestro país.

Así viene aconteciendo desde que tomaron el mando los cipayos del Régimen luego de Caseros; pero la entrega es cada vez más descarada y sumisa. Pareciera que los diplomáticos nativos cumplen entusiastamente con el rito masónico de bajarse los pantalones en la logia, luego del cual, quedarían muy cariñosos con los amos, según denunciaba Patricio Maguirre. De tal manera que necesitan imperiosamente algún fortachón que los respalde, que les susurre dulces palabras en las orejitas, mientras les mete dólares en los bolsillos. 

 Antes fueron los ingleses, ahora los judeo-calvinistas yanquis, predestinados por sus delirios religiosos para dominar el mundo; mañana ¿serán los chinos?

Manejan tan perfectamente la política imperialista que siempre nuestros diplomáticos tienen alguien atrás, porque somos una factoría sin autodeterminación. No podemos, no nos dejarían enfrentarlos y ser soberanos. Ya que el destino de la Patria no le preocupa a un pueblo liberalizado; y un puñado de nacionalistas patriotas poco pueden hacer, sólo nos queda  obedecer y conformarnos con sobrevivir indignamente como factoría.

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