lunes, 11 de septiembre de 2017

¿DONDE ESTÁS, GRINGUITO?

Pasó el mes dominado por los festejos a la Pacha Mama, antes dedicado a honrar la Asunción de la Santísima Virgen y la muerte del Libertador. Este mes, en el cual estamos entrando, será dedicado unánimemente por los “medios” para exaltar a la tribu chilena “mapuche”. Como  es sabido, su origen  es una ficción histórica; pero su existencia tiene un poderoso valor político, como que esta auspiciada por nuestros buenos “hermanitos separados” desde la ciudad inglesa de Bristol, para constituir una nación independiente en territorio soberano argentino.
Luego de la entrega a los chinos de territorio nacional por la KK no será difícil que se  conceda esta nueva desmembración; que sería, según pretenden los “mapuches”, la provincia entera del Neuquén. Para lograrlo, estos activistas, extranjeros, o nativos renegados, quizá indocumentados,  producen agresiones y tropelías en territorio argentino, aun provocando con la quema de  la bandera nacional, y  agrediendo a las Fuerzas Armadas, ante la  inoperancia efectiva de éstas. Escandalosamente, los mapuches no les permiten entrar a los gendarmes al territorio que ocupan.  
     Gracias al coro de los “medios” hoy día el pueblo entero llora a moco tendido por el destino de Santiago Maldonado, una especie de “mapuche” de sainete, un sospechoso “mapuche” con cara de gringuito   aniñado que poco vio el sol. Y así aparecen, desconsoladas,  la Milagro Sala y la KK portando  fotos de la “victima”. Motivo suficiente para confirmar que la desaparición de Maldonado responde a un plan dialéctico marxista. Otra vez, como siempre, la conjunción del imperialismo inglés con la dialéctica marxista, usando el pretexto “mapuche” como brazo armado.

      Todos queremos saber donde está, dicen los televidentes, todos menos yo… por lo siguiente. Cuando el caso Nisman arriesgué deducir que existía la posibilidad de que lo hubiesen matado sus mismos correligionarios;  hipótesis  “descabellada” para los políticamente correctos, pero al fin, nunca desmentida. Considerando la bambolla descomunal que están organizando las izquierdas  por la desaparición del “mapuche”, con intenciones claramente políticas, es evidente  que tuvieron necesidad de una víctima, por lo cual creo que al tal “indio mapuche”, o lo enterraron sus “compañeros de ruta”, o se escondió, vivito y coleando, para activar estas protestas dialécticas contra la Gendarmería Nacional y la Nación. Además, sabiendo que lo respaldan y promueven los piratas ingleses no sería de extrañar que el tal Maldonado cumpla inclusive funciones de espionaje, o alguna tarea semejante.
     Respecto a la enorme estancia de Benetton,  que ahora reclaman los “mapuches”, recuerdo que en el periódico “Patria Argentina” hace bastantes años, fue denunciada la venta de enormes extensiones del territorio nacional a capitalistas del primer mundo, con la aquiescencia del gobierno, pese a las trabas existentes, obviadas por los dólares que corrían. Esta ignominia ya la publiqué en este blog. En tal oportunidad a nadie se le movió un pelo. Actualmente resulta paradojal y vergonzoso, que  gracias a los indios “mapuches”, se descubra la infamante venta  de estancias a  muchísimos extranjeros,  a precio vil.       
       Pero los “medios”, los políticos y el gobierno,  jamás mencionan que todo este sainete puede  tener intenciones de disgregar la Soberanía nacional; nunca denuncian las maniobras políticas de los imperialismos; ocultan  las traiciones de la diplomacia, que renuncia a tener una fuerte política exterior. Recuerde Ud. el famoso “Plan Andinia”, denunciado por el Padre Meinvielle, años atrás, cuando parecía inimaginable, y  actualmente posible. Según el Régimen demo-liberal entreguista, por ser Argentina realmente  una colonia o factoría,  no debemos  contar, para  defender nuestro patrimonio, con una eficiente política exterior; pues es asumida por el amo de turno. Así es la realidad; nos guste o no.
      Nunca, desde Caseros, tuvimos  una soberana política exterior; hoy día ni siquiera una dura política interior que imponga orden. Ni la ministra, ni los  parlamentarios, ni Gendarmería se muestran enérgicos en la defensa de la soberanía.  Hasta el mismísimo Macri,  debería plantarse como hombre responsable para acabar con esta parodia del “mapuche” desaparecido.  Todos se esconden, nadie da la cara; el Régimen tiene “horror a la responsabilidad”. Posiblemente Macri  sacrificará a la ministra, como es práctica liberal, para congraciarse con los chilenos, y luego todo seguirá igualmente entregado.

UNITARIOS, MONTONEROS, “MAPUCHES”.

Estas tres bandas de forajidos y asesinos que asolaron y asolan nuestra Patria, aun considerando las diferencias propias de las circunstancias históricas y del diverso planteo militar que emplean,  coinciden en aspectos fundamentales,  demostrando la existencia y el maniobrar de un Imperialismo supremo, judeo-calvinista,  con un poder político inmenso, que tras la careta del Imperio británico o  del yanqui, a través de nuestra historia coinciden en violar la Soberanía nacional, porque así lo exigen  sus intereses políticos y financieros:  balcanizar  nuestra Patria para evitar su resurgimiento.

+ Las tres bandas fueron  instruidas,  financiados y auspiciadas desde el exterior, (Cuba, Chile, Uruguay, con distinta importancia), con el fin de tronchar la grandeza argentina.
+ Inclusive  han utilizado  fuerzas militares extranjeras mercenarias.
+ Difaman a las Fuerzas Armadas de la Nación, y agreden a sus efectivos, paralizando su poderío.
+ Practican la guerra de guerrillas,  guerra sucia, propia de bandoleros o piratas; que debería reprimirse  terminantemente, con las armas legales, pues son  verdaderos  malhechores.
+ Emplean indiscriminadamente el terrorismo contra víctimas inocentes para amedrentar a la población.
+ Cuentan con el apoyo propagandístico del imperialismo, que exaltando subrepticiamente el accionar de esas bandas.  invocan los slogans  ideológicos de siempre: derechos humanos, discriminación, etc…; con el fin de detener la justa e indispensable represión;
+ El periodismo internacional en su gran mayoría oculta los móviles verdaderos del accionar de estas tres bandas subversivas; y se lanza contra nuestro país. Y el periodismo nacional  en su gran mayoría lo respalda. Inclusive un indeseable periodista uruguayo, que monopoliza un canal de la TVB, tiene la osadía de apoyar a los elementos corruptos y subversivos y agredir a las Fuerzas Armadas.
+ También, por supuesto,  se suman al coro de renegados los políticos cipayos.

Las tres bandas usufructúan  la inoperancia, la lenidad, la cobardía, más bien el desprecio a la Soberanía nacional, del Estado liberal cipayo, manejado por la Masonería, que desde el siglo XIX apoya la entrega del país a Inglaterra.



















1 comentario:

  1. El nido de ratas está en el congreso.....

    http://elquijotesiglo21.blogspot.com.ar/2016/10/alfonsin-soldado-del-erp-ojo-que-era-un.html


    ALFONSIN SOLDADO DEL ERP OJO QUE ERA UN COMUNISTA PRO TERRORISTA LO ADVIRTIO BALBIN

    LA METODOLOGIA DEL TERROR CONTRA LA JUSTICIA NO ES UN INVENTO DEL SIGLO XXI EN LA ARGENTINA , EN LA DECADA DEL 70 EL INFILTRADO COMUNISTA ALFOSIN , ACTUO EN CONSECUENCIA , PRIMERO COMO DEFENSOR DEL ERP Y LUEGO JUZGANDO A LOS MILITARES EN EL 83 , SALVADO POR SU COMPAÑERO DE LICEO EL GRAL HARGUINDEGUY.EN LA DECADA DEL TERROR SUBVERSIVO LA JUSTICIA QUE INTENTABA ACTUAR ERA DESTRUIDA

    ALFONSIN SOLDADO DEL ERP
    OJO QUE ERA UN COMUNISTA PRO TERRORISTA LO ADVIRTIO BALBIN

    Por disposición del presidente de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, Gustavo Bruzzone, se retiró del frente del edificio de ese tribunal la placa que recordaba al juez Jorge Vicente Quiroga, vilmente asesinado por activistas del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) el 28 de abril de 1974. Quiroga había actuado en la Cámara Federal en lo Penal en el juzgamiento de casos de terrorismo en todo el ámbito de la Nación. La decisión del juez Bruzzone respondió al pedido de un dirigente sindical, probablemente impulsado por estamentos oficiales empeñados en su visión sesgada y unilateral de la violencia de los años setenta. Debe recordarse que la Cámara Federal en lo Penal, creada en mayo de 1971, había tratado los delitos cometidos por los grupos terroristas, en el marco de la ley y del debido proceso.

    A partir de su creación tuvo una intensa actividad en correspondencia con la profusa acción de los grupos subversivos. Antes de su desmantelamiento había dictado más de dos mil condenas y encarcelamientos.

    El 25 de mayo de 1973, inmediatamente luego de la asunción de Héctor Cámpora como presidente de la Nación, fue dictada una ley de amnistía


    votada por la totalidad de los legisladores con sólo dos excepciones.


    Así se dispuso la liberación de todos los terroristas encarcelados y, al mismo tiempo, la Cámara Federal fue suprimida.


    La disparatada hipótesis de que a esos grupos sólo los animaba la defensa de la democracia en tiempos de gobiernos de facto quedó rápidamente refutada, cuando retomaron las armas contra el propio gobierno constitucional de signo peronista. La escalada de sangre y fuego marcó una época de violencia que dejó heridas que aún no han cicatrizado.Hoy puede afirmarse que aquella amnistía y el desmantelamiento de la Cámara Federal fueron determinantes del camino sangriento con que continuó el accionar guerrillero y que también influyeron, como un antecedente frustrante, en la elección de los métodos ilegales para reprimir el terrorismo cuando desbordó las fuerzas del orden y la capacidad del Poder Judicial.

    La clase política no ha reconocido aún debidamente su responsabilidad en aquellas decisiones, particularmente en la destrucción del instrumento judicial al que pertenecía el juez Quiroga.




    Los medios oficiales de aquella época y buena parte de la oposición política descalificaron la actuación de la Cámara Federal en lo Penal, no obstante que ésta había sido un brazo eficiente y equilibrado de la Justicia. Con una clara intención denigrante, se la denominó “El Camarón” y luego de su supresión se dejó a sus integrantes expuestos, sin protección, a la venganza de quienes habían sido juzgados y luego liberados. Se sucedieron así los atentados y varios de aquellos hombres que habían actuado con responsabilidad y valentía se vieron obligados a salir del país. El doctor Quiroga no quiso hacerlo y pagó con su vida. La placa que lo recordaba constituía un mínimo homenaje a su contribución a la Justicia. Su remoción, que motivó un acto de desagravio llevado a cabo días atrás, no puede encontrar ninguna justificación más que la perduración del odio y del espíritu de venganza de quienes fueron responsables de tanta sangre y hoy se encuentran encaramados en el poder..

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