viernes, 31 de marzo de 2017

Inolvidable 2 de abril

El Régimen unitario,  nacido durante el siglo XIX, liberal, masónico, marxista, (elija el apelativo, aunque son casi políticamente sinónimos, con sólo diferencias de tiempo en su maduración), en su totalidad debe ser enjuiciado por alta traición. Entregar parte de la soberanía significa entregarla totalmente. Recuerdo el frenesí masónico infamando la recuperación de las Malvinas, y a los héroes militares, invocando falsos, pero efectistas, argumentos humanitaristas y sensibleros, con el apoyo de altas autoridades de la Iglesia,  de los politiqueros de la ‘democracia’, y el plañidero coro de periodistas,  incriminando la insolencia patriótica de enfrentar al imperialismo inglés,  masónico y protestante, nuestra buena y desinteresada madrastra. En estos últimos años el Régimen marxista de los KK, continuando la  tradicional política entreguista cedió parte de nuestro territorio soberano  a China comunista en la Patagonia.  Es difícil discernir si son más traidores y cipayos, los masones, los liberales o los marxistas.
(ed. Fundación Arché)


LA NOCIÓN DE GUERRA JUSTA Y LA RECUPERACIÓN DE LAS MALVINAS.

Alberto Caturelli
1-      EL HECHO DE LA GUERRA Y EL BIEN COMÚN.

L
a histórica e irreversible recuperación de las islas Malvinas y demás dependencias del Atlántico Sur con la que toda la vida hemos soñado los argentinos, constituye una ocasión única para reflexionar –especialmente en un país de tradición católica- sobre la noción de guerra justa y, por tanto, lícita. No porque la guerra sea deseable por sí misma (nadie puede pensar esto en su sano juicio) sino en que sentido una guerra puede ser justa y, por eso, también moralmente obligatoria.
     
El término guerra, que no proviene del latín bellum sino del vocablo werra, del germano antiguo asimilado al latín vulgar, significa discordia, pelea. Y todos sabemos que siempre ha existido discordia entre los hombres, ya sea singularmente, ya socialmente, de pueblo a pueblo. Quizá por eso, cuando consideramos ese fenómeno desde el punto de vista histórico, filosófico o jurídico, simplemente partimos del hecho de la guerra sin plantearnos la cuestión de su naturaleza y de su origen. Los antiguos, inmersos en un mundo de la necesidad, no resolvieron este problema ni explicaron su origen más allá de los mitos arcaicos; en cambio, el problema estaba resuelto en la tradición hebreo-cristiana porque la discordia consigo mismo y con los demás es el resultado directo del pecado. Yahvé dijo a Adán que, por haber pecado, “será maldita la tierra por tu causa” (Génesis, 3/17); la expresión “maldición”, que indica un acto de Dios supremamente justo, implica todos los males que se siguieron del pecado hasta la misma muerte. Entre estos males está, pues la guerra que, como toda discordia y el dolor que conlleva, puede tener también un saludable carácter expiatorio. Este aspecto esencial de la guerra no es el objeto inmediato de la presente reflexión. Por ahora nos debe bastar partir del hecho.

miércoles, 29 de marzo de 2017

24 DE MARZO
DÍA NACIONAL DE LA FALTA DE MEMORIA.
Cuando se escondieron avergonzadas la Verdad y la Justicia.
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LOS MONTONEROS QUIEREN SEGUIR TAPANDO LA VERDAD PARA QUE LAS NUEVAS GENERACIONES NO SEPAN QUE FUERON VULGARES ASESINOS COMUNISTAS.
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martes, 28 de marzo de 2017

Comentario Publicado en la revista “Estudios” nº 349, Julio-Diciembre 1940, editada por la Compañía de Jesús, y ¡dirigida por el Padre LEONARDO CASTELLANI! ¡Así se transformó el mundo! ¡Así se degradó la Compañía: del Padre Castellani en Bergoglio! El excelente comentario casi seguramente fue redactado por el Padre Castellani , o alguien de calidad semejante. Luego de siete décadas de escrito, la inmoralidad de la Prensa, admitida en el Estado Económico o Fenicio, que gobierna con la democracia liberal, es escandalosa e indignante; las noticias desfiguradas, -ocultando lo esencial de los hechos, las causas y los fines verdaderos-, caen sobre el poco sentido común que subsiste en el pueblo argentino, tragándose todas las mentiras y deformaciones imaginables, en beneficio de los “amos” del Régimen. Hoy día se evidencia a la legua que los comentaristas de los “medios” solamente deben atenerse a glosar las ideas redactadas en un argumento que les fue preparado y del que no pueden evadirse. Mantener el analfabetismo alfabeto es políticamente esencial en democracia. Por lo cual, el comentario mantiene tanta vigencia como si hubiera sido escrito hoy mismo. 

REGULACIÓN DE LA PRENSA 

 E l desenfreno en falsear, calumniar e insultar y la impavidez en mentir de la Prensa Amarilla Argentina ha llegado aun extremo intolerable, si se lo mira con un criterio moral. No es posible sufrir tanta asquerosa mentira. “El cura Doglia quiere imponer la enseñanza religiosa con amenazas”, “Veintiún aeroplanos aliados voltearon ochenta aeroplanos nazis sin experimentar ninguna pérdida”, “J.C. Moreno y D. Julio Navarro Monzó son jefes de la Quinta Columna”. Es claro que el sentido común de la gente se defiende: ¿Quién va a creer a los diarios?- dicen. Pero sentido común no todos tienen enormemente, y cada día se va mellando y menguando más ante el ataque furioso de la mentira organizada, pagada, voceada, chillada, vociferada. Dos obreros están leyendo el diario barato “argentino” detrás de mí en el tram y hablando entre ellos: “- Mirá. Londres, París; Londres, París. Todo Londres, París. Ni una información de la otra parte…- Así, qué gracia. Cómo no van a ganar ellos. .- Mirá aquí: ochenta “eroplanos” al suelo y ninguno inglés. -¡Qué farsa!...” . 
Esta es la reacción del sentido común. Menos mal. Pero ¿Y los límites del sentido común? Cuerdamente, pues, el gobierno se propone reprimir siquiera a título provisorio y precario la lengua de la prensa mendaz y disoluta por medio de una ley de regulamiento de la información. El diputado por Tucumán, Dr. Simón Padrós ha sido otrora autor de un proyecto sencillo que daría grandes resultados beneficiosos: obligar por de pronto a los diarios que firmen los editoriales. La “Prensa “ cuando lo supo se puso negra y vió todo de color negro: el anónimo y sistemático calumniador de la enseñanza privada que hace los editoriales “pedagógicos”, por ejemplo ¡se iba a saber quien era! Pero ese proyecto y otros similares que se podrán tomar en la emergencia de la guerra, serán útiles providencias provisorias y buenos jalones o precedentes, para el futuro, pero no solucionarán por ahora el problema total, que es hondo y complejo. Hay mucho podrido en Dinamarca. 
 El problema se solucionará en dos movimientos. Primer movimiento, cuando en la Argentina, los que tienen sentido común como esos dos obreros del tram, gobiernen a los que no tienen sentido común, como esos otros obreros o no obreros que están allí absorbiendo absortos a grandes sorbos todos los títulos del “Diario”. Segundo movimiento, cuando los que tengan sentido común y gobiernen, ayuden a los que no lo tienen a recobrarlo por medio del gobierno, de un gobierno calzado de moral. Quiero decir, que los excesos de la “libertad de prensa” se solucionarán cuando tengamos un Estado Ético del todo, y no predominantemente Económico o Fenicio. 
 La llamada Libertad de Prensa, de Opinión o de Expresión arbola el principio de que conviene oír todas las partes, que la oposición es útil a un buen gobierno, y que la verdad suelen hallarla los hombres en el conflicto de las opiniones. Esto es verdad. Pero de ahí a la licencia espantosa de que un anónimo parapetado detrás de una rotativa pueda propalar lo que se le antoja con la intención más aviesa o la incapacidad más suprema, media un abismo. Este abismo se llama “la patente al Sofista”, y como lo llamó Chesterton citando a Spengler. El mundo actual ya no necesita más la libertad de la prensa, sino al contrario que lo liberen de la Prensa. 
Y eso sucederá solamente cuando se reconozca que la Verdad y el Error son realidades –y realidades también políticas-, que la Verdad y el Error no tienen iguales derechos, que la Verdad es un buen (el mayor bien del hombre” según San Agustín) y el Error es un mal y la Mentira una porquería; y que entra por ende en los deberes del Gobernante ayudar a alcanzar la verdad y perseguir la mentira. Eso es lo que llamamos Estado Ético o Moral; un Estado para el cual la platita no sea el supremo bien del hombre; la mentira no sea una cosa indiferente y el daño y la ruina de los pobres y los débiles no sea una cosa al alcance del capricho de cualquier “gangster”.+

lunes, 27 de marzo de 2017

LA POLÍTICA NACIONALISTA PROCLAMA EL RESPETO A LA Ley divina y natural, y lucha por la soberanía política y la grandeza nacional, el bien común, el orden social, la familia cristiana, la justicia proba.
y LA propiedad y EL trabajo para todos los argentinos.

ESTOS VALORES SON CONCULCADOS POR EL RÉGIMEN LIBERAL QUE USURPÓ EL GOBIERNO LUEGO DE CASEROS. LAS CONSECUENCIAS LAS ESTAMOS SUFRIENDO AVERGONZADOS.
Artículo del Padre Leonardo Castellani, publicado en Cuadernos de “Estudios”, en 1940, donde el excelente maestro del Nacionalismo expone con crudeza y valentía ciertos rasgos de la indignante degradación liberal, ya en esa época, hoy día a acrecentada,  del pueblo argentino. Reitero lo que advertí en otras ocasiones,  la característica picardía criolla del Padre, conque ameniza a veces sus artículos,  puede engañar a  aquellos que no captan la profundidad de sus análisis,  considerándolos ligeros y entretenidos, sin advertir  el tremendo índice acusando las lacras provocadas en el pueblo por el liberalismo.

LOS  ESPURIOS
“E
l observador que abra los ojos sobre nuestras ciudades desproporcionadamente  superpobladas (colmenas hiperzangánicas) encontrará con toda facilidad un tipo humano que se puede llamar “el espurio”,  y que constituye otra prueba de la deficiencia de nuestra educación, puesto que es en parte un producto típico de ella. Monseñor Franceschi lo ha bautizado “el hombre que sabe hacer cualquier cosa”. Ramiro de Maeztu lo definió  como “alma apocada que necesita el alero de una oficina pública para poder ganarse el sustento”. Nosotros preferimos llamarlo “el espurio”, nombre que dan los apicultores  a las abejas que no son reinas, ni obreras ni siquiera zánganos.

Los apicultores conocen ese curioso fenómeno biológico de la “obrera zanganera”. Resulta que en las colmenas aparecen  algunas obreras hipertrofiadas que empìezan a poner huevos como las reinas, pero no habiendo sido ni pudiendo ser fecundadas, ponen solamente huevos de zánganos, el huevito redondo y partenogénico que da el grueso macho de la especie. Y lo peor es que lo ponen en todas partes, en celdillas reales o comunes, y en proporción enorme. El resultado es fatal; superpoblación de zánganos entibie del trabajo, confusión en la colmena, inquietud y furor, y a veces la polilla y la muerte.  ¿Todo por qué? Todo por algunas celdillas mal calibradas, que en vez de dar netamente el puro tipo de “obrera” (hembra estéril) o el tipo puro de “reina” (hembra fecunda) dio un tipo espurio oscilante entre los dos e incapaz de hacer bien la función de ninguno de ellos.

Lo mismo pasa en la colmena humana. El hombre compuesto de cerebro y manos puede dar y da por especialización dos tipos extremos, el intelectual y el muscular, el “letrado” y el “artesano” en la nómina de las clases sociales de Tomás de Aquino. Entre los dos tipos extremos, el de los destinados por naturaleza  a la sedentaria y absorbente actividad mental pura, y los otros “natura destinati ad serviendum” como dice el de Aquino, se alinean las otras clases sociales que participan de las dos, como guerreros, profesionales, mercaderes y siervos, pero cada una para ser pura  debe estructurarse hacia el foco de uno de los dos tipos. En caso contrario se da una mixtura impura, o sea el tipo espúreo. El tipo espúreo es el que no sirve del todo ni para el trabajo manual ni para  la especulación intelectual independiente y robusta. En la formación de este tipo se distingue la enseñanza argentina, por el hecho de ser chirle, libresca y desorientada.

El “espúreo” nació en la aglomeración urbana y desde infante gozó de los beneficios de la civilización del cemento, el asfalto y el tránsito tumultuante; pasó muy tiernecito por los moldes y los experimentos de todos las escuelas activas y pasivas que pueden darse, tironeó su bachillerato siguiendo la línea del menor esfuerzo, lo acabó o no lo acabó, probó o no probó la Universidad, cortó la carrera o la cumplió a gatas, el caso es que usted lo tiene aquí a los veinte y … años en procura del  consabido puesto que le de el sustento, a ser posible con aquellas tres cualidades que ponía el aviso del otro italiano:

“Si cerca impiego:
poco da fare
molto tempo per farlo
ben pagato”.

“El espúreo  no es apto para sembrar papas ni para escribir libros; pero es apto para leer los diarios, hablar de todo, llenar formularios, ordenar expedientes, quejarse del gobierno, emocionarse con facilidad, hacer mandados, repetir teorías o doctrinas, adoptar el pensamiento ajeno, y deslumbrarse con todo lo nuevo, lo bombástico, lo ruidoso y lo brillante. Él es amigo de la solemnidad, de la “pose”  y de la “viveza”. Él tiene conciencia de ser un hombre instruido y de estar muy por encima de un obrero. ¿Qué haremos con este producto de nuestra instrucción gratuita, facilita y aguachenta? No tenemos más remedio que crear la burocracia más frondosa, indolente y prepotente del mundo para brindarle allí un empleo; brotar la prensa amarilla más irresponsable y maleducada del mundo para que allí maneje su pluma y nutra su cerebro; y establecer en el país la industria sucia y el deporte degradante de la politiquería. Estas tres plagas argentinas responden exactamente al inmenso número de ese tipo humano urbanizado, mal formado y disipado que  flota en nuestras ciudades arrastrando alegremente su amorfa personalidad irremediablemente espúria”.

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Hasta aquí mi amigo, el cual indica aquí otra objeción a la gratitud de la enseñanza especial, que es el ser ella un privilegio del “urbanismo”, otra grave mal que hay que considerar de nuestra patria. El Colegio Nacional gratuito, lejos de  establecer la igualdad entre todos los argentinos, ofrece una ganga a los habitantes de las grandes ciudades, donde tales colegios están instalados. Para el niño de pueblo o de villa nacido  con verdadera vocación de estudio, el Liceo representa el grave peso y riesgo de un pupilaje de ciudad o de un caro internado, fuera del calor del hogar paterno; mientras el zoquete de la ciudad puede ir  tranquilidad a calentar un banco, sin grandes expensas, a falta de otra cosa que hacer  desde el sexto grado hasta la conscripción; otra de las razones del exceso de candidatos a bachilleres, como está indicado perspicuamente por el ingeniero Bunge.

Los dos postulados democráticos y cristianos arriba formulados como ocasión  del error de la “gratuidad absoluta”, son servidos con mucha mayor justeza y seguridad con un sistema de Becas, Bolsas de Estudio y Matrículas de Honor en abundante y prudente copia. Así lo ha entendido la notabilísima ley orgánica de la enseñanza media promulgada para España el 20 de septiembre de 1938 por el Generalísimo Francisco Franco, la cual dice así en su Base VIII:

“Será preocupación preferente del Estado la protección de los alumnos pobres que tengan aptitud para el estudio, cuya selección será realizada teniendo en cuenta la doble condición de capacidad y de carencia de medios económicos”.

“Todos los centros del Estado, así como los particulares, incluirán, pues, en su alumnado, un tanto por ciento de plazas gratuitas. La cuantía será determinada circunstancialmente, con arreglo a los datos que aporte la Inspección.

“Un reglamente especial fijará las normas para la obtención de estas  plazas y el régimen de becas y matrículas gratuitas, así como el de las matrículas de honor”…

Práctica imitada  de la vieja Inglaterra, quien la tiene de la antigua Cristiandad Europea. En Gran Bretaña el Estado  subvenciona a todos los Colegios Privados que lo pidan y sean juzgados serios, de acuerdo a la fórmula …; pero les exige que mantengan un número proporcional de becas destinadas a los capaces poco pudientes.+


Leonardo Castellani.









DOCTRINA NACIONALISTA
¿Qué ES EL NACIONALISMO?
Profesor Jordán Bruno Genta

El Nacionalismo es la reacción  lúcida, enérgica e imperiosa  en defensa de la Patria en peligro. Es la reivindicación del ser nacional, negado, disminuido o traicionado.

La fuerza interior que impulsa al Nacionalismo es el amor a la Patria, exaltado por la conciencia del peligro. Se expresa en una doctrina de afirmación  de lo que hace a .la esencia y al fin  de la Nación: su unidad, su integridad, su honor, su soberanía y su vocación histórica. Y de negación de todo lo que divide, disgrega, ablanda, envilece y humilla.

La definición nacionalista se proyecta en una política restauradora de deberes y servicios que serán cumplidos por amor i o por fuerza, en el sacrificio del propio bien al Bien Común.

En lugar de la retórica pusilánime  y servil de los derechos y libertades individuales, el Nacionalismo proclama que la persona  humana tiene deberes previos para con Dios, la Patria, la familia, la profesión y consigo misma, cuyo leal cumplimiento es imprescindible para ejercer legítimos derechos y libertades.

La ética de los deberes que se apoya en la roca inmutable de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, permitirá restablecer las jerarquías de los cuerpos sociales en un Estado Nacional fuerte.

El Nacionalismo argentino repudia la servidumbre del Patronato y promueve la libertad de la Iglesia para el cumplimiento de su sagrada misión, a la vez que acata su indiscutible soberanía espiritual. La Iglesia Católica está en la Nación, pero sobre ella, porque es sobrenatural y divina.

Las otras confesiones son toleradas siempre que no pretendan misionar ni convertir a la Patria en una Babel de creencias y costumbres.

El Nacionalismo argentino no tolera en absoluto y combate sin cuartel a las ideologías de la antipatria y del anticristo: el judaísmo, la masonería y el comunismo, así como sus frutos de muerte, el pluralismo religioso, el laicismo escolar, la Reforma Universitaria, la indiscriminación de los hijos, el divorcio vincular, la ciudadanía automática, el relajamiento de las costumbres, las concesiones petroleras y territoriales, la explotación financiera y la dictadura del proletariado.

En cuanto a los medios para lograr la regeneración política de la Patria, el Nacionalismo declara que la vía de la democracia, de los partidos y de las elecciones libres o fraudulentas, es un callejón sin salida y una trampa masónica para asegurar el fracaso de todo empeño patriótico y precipitar la ruina definitiva de la Nación.

El Nacionalismo quiere el reinado de Cristo sobre las almas y las instituciones, tanto como liberarlas de la superstición de la democracia. El Nacionalismo quiere la verdad en todo, en la inteligencia, en la historia, en la política. No puede concebir siquiera que se planteen soluciones económicas  de una crisis que es principalmente religiosa y moral.

El Nacionalismo es una apelación suprema a la vergüenza nacional, a la capacidad de Verdad y de heroísmo que resta en los argentinos. No admite nada más que el esfuerzo y el sacrificio de generaciones para salvar a la Patria, los mismos que fueron necesarios para fundarla y darle un lugar entre sus pares del mundo.

El Nacionalismo repudia el plan de estabilización  financiera y económica que nos somete al yanqui bárbaro y prepotente, incapaz de respetar y tratar con honor. A ese yanqui que en Comodoro Rivadavia, con la billetera repleta cree que puede comprarlo todo, hasta el vil privilegio de exhibirse sucio, descamisado, las patas sobre la mesa y acompañado con prostitutas, en los salones del hotel principal. Que contrata obreros y empleados nativos  al margen de las leyes vigentes; insulta y humilla hasta provocar las más violentas reacciones de sus víctimas, o hace cuñas con billetes de mil para estabilizar una mesa que se mueve.

No se trata de casos aislados ni de mala educación, sino del estilo de mandar propio de la barbarie prepotente. Los mejores agentes de Moscú no serán jamás tan eficaces como la conducta de estos yanquis para la propagación del Comunismo en la Argentina.

El Nacionalismo declara que tan sólo los nativos que tienen alma de cipayos, pueden creer que los dólares de la usura y sus prepotentes  administradores van a salvar a la Patria.

Si. todavía hay un resto de vergüenza y de virilidad, se impondría la reacción nacionalista que movilice a todos los argentinos para realizar el esfuerzo supremo del patriotismo. Una movilización de tiempos de guerra exterior para el trabajo agobiador y el servicio abnegado  que deberá vertebrarse en la más rigurosa disciplina militar, comenzando por las mismas Fuerzas Armadas de la Nación, gravemente afectadas en su espíritu y en su estilo, por la desmovilización civilista y burguesa que viene sufriendo desde hace años.

Las Fuerzas Armadas de la Nación no son una clase, ni un partido, ni una casta, sino “la expresión carnal de la Patria”; así como la Iglesia de Cristo es el principio de su unidad espiritual y de sus tradiciones legítimas.

El Nacionalismo es, pues la política de restauración nacional, fundada en las dos instituciones fijas e inmutables que permanecen en medio  de la movilidad de todas las cosas: la Iglesia Católica y las Fuerzas Armadas de la Nación.

El Nacionalismo no rechaza al extranjero ni la convivencia internacional. Admite la ayuda exterior y la inversión de capitales foráneos; pero se opone a que la Patria sea avasallada en su espíritu y en su economía por la Plutocracia Internacional o por la Internacional Proletaria.

El Nacionalismo es la reacción natural de la fidelidad argentina.+


HOMENAJE DEL BLOG AL EJÉRCITO ARGENTINO QUE LUCHÓ CONTRA EL TERRORISMO.
MENSAJE DEL CORONEL
JUAN CARLOS JONES TAMAYO
Anoche mi nieta Lucía, de 14 años, me llamó por teléfono a mi actual forzado alojamiento y me comentó que el próximo fin de semana era “largo” porque el viernes 24 no tenía que ir al colegio dado que era feriado nacional.
Le pregunté por qué era feriado y me contestó que el calendario decía “Día Nacional de la Memoria por la verdad y la Justicia”. Hizo una pausa y preguntó: “¿Qué es eso?”.
Le dije que era un tema muy complicado y extenso como para comentarlo por teléfono, dadas las limitaciones de prudencia que me he impuesto en la duración de su uso en consideración a las necesidades de los otros Prisioneros de Guerra y Presos Políticos que están alojados conmigo. No obstante, procuré resumirle el tema en relación a su corta edad y al escaso tiempo disponible.
Le dije que nuestro país sufre una guerra revolucionaria desde los años 60, cuando fuerzas guerrilleras, apoyadas por Cuba, atacaron a la Argentina.
Esta guerra fue aumentando su intensidad en los años 70. Entonces, el Gobierno creó una Cámara Federal para condenar a los terroristas. En 1973 asumió como Presidente el Dr. Cámpora con el apoyo de esos sectores violentos y éste disolvió dicha Cámara y liberó a todos los terroristas que se encontraban presos, condenados o en proceso de serlo.